lunes, 26 de diciembre de 2011

Dificultades en el Proceso Lector

Las dificultades más frecuentes que presentan los alumnos en lectura tienen que ver con la velocidad o la precisión lectoras y con la falta de comprensión. 
En cuanto a la velocidad o precisión lectoras se encuentran la lentitud lectora, la lectura acelerada con finales ininteligibles, el silabeo, la denegación, la adivinación o lectura no real, la lectura disrítmica sin atender a la puntuación o con pausas excesivas, el cambio de línea, la fragmentación o separación anómala de sílabas o palabras, la repetición, la omisión o supresión de una o varias letras o sílabas, la adición o inclusión, sin justificación, de una letra o sílaba, la sustitución, la inversión y la rotación, la dislexia, etc... 
En lo relativo a los problemas de comprensión lectora, las dificultades más frecuentes consisten en un deficiente acercamiento a la situación de comunicación, dificultades en la comprensión y retención de la información, para distinguir las ideas principales y las secundarias y la falta de habilidad para utilizar estrategias como la predicción, la recapitulación del significado o la realización de inferencias. 

Para intentar paliar todas estas dificultades, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha implantado un Plan Anual de Lectura en el que se contempla el procedimiento que hay que seguir y los  responsables de la identificación temprana de dificultades lectoras y sus causas, que, a menudo, se encuentran relacionadas con una competencia lingüística insuficiente o con un desarrollo deficiente de las habilidades prelectoras y preescritoras. 
Los aspectos que hay que tener en cuenta en relación con estas habilidades prelectoras  necesarias para un correcto desarrollo del proceso lector son los siguientes:
  • Percepción y discriminación visual: reconocimiento de formas, tamaños, colores. 
  • Percepción y discriminación auditiva: distinción de sonidos.
  • Lateralidad: esquema corporal; conceptos de izquierda-derecha; arriba-abajo; direccionalidad dentro de un espacio.
  • Grafomotricidad: habilidad para realizar ejercicios de bucles, festones y figuras geométricas sencillas.
  • Organización temporal: secuencias de orden temporal (antes y después).
  • Sentido rítmico: secuenciaciones rítmicas sencillas.
  • Memoria: memorización de rimas, poesías, adivinanzas, ejercicios de memoria  visual para reconocimiento de palabras. 
  • Lenguaje oral: hablar con una corrección que corresponda con su edad cronológica (vocabulario y fluidez verbal).
Intervención temprana: sistema de refuerzo y apoyo.

Es conveniente iniciar cuanto antes el tratamiento de las dificultades lectoras detectadas.
Existen numerosas técnicas para ello, pero su aplicación dependerá de la precisión con que se haya hecho el diagnóstico y la identificación de las causas que están en la base de la dificultad.
Además, habrá que precisar las cuestiones organizativas de las sesiones de apoyo o refuerzo: periodicidad, duración de las sesiones, atención individualizada o en pequeños grupos y personal responsable de impartir las sesiones de apoyo.


Fuente: Información obtenida de aquí.

Clasificación de Lecturas


La lectura es uno de los factores más fundamentales en la formación integral del individuo pues permite el desarrollo de su capacidad de comprensión, fijación de hábitos, de análisis y síntesis, enriquecimiento, corrección del vocabulario y el cultivo de la sensibilidad e imaginación creativa.

No existe una taxonomía universal del tipo de lecturas existentes, pues cualquier clasificación realizada atiende a los criterios personales del realizador de la misma. Aún así, se podrían establecer las siguientes tipologías de lecturas:

  • Lectura para dominar la información y el contenido: este tipo de lectura suele ser lenta, cuidadosa y repetida, ya que su finalidad es la de extraer las ideas fundamentales.
  • Lectura explorativa: a través de este tipo de lectura se obtiene una visión general del escrito verificando con un vistazo el índice, bibliografía, conclusión y final de algunos capítulos. Ejemplo: lectura de los titulares de periódicos.
  • Lectura de repaso: el objetivo es memorizar y/o comprender aspectos importantes de un libro o cualquier otro material con el cual estamos familiarizándonos.
  • Lectura informativa: se realiza cuando se pretende buscar una información determinada o captar toda o parte de la información de una obra en el menor tiempo posible. 
  • Lectura de corrección: utilizada cuando se pretende corregir o rectificar conceptos, leyendo específicamente el capítulo o párrafo que contiene el punto específico a aclarar.
  • Lectura de distracción: se realiza por libre elección, escogiendo lo que se desea leer y leyendo por el propio placer que deja o implica este tipo de lectura.
  • Lectura crítica: lectura que se realiza con el objeto de formarse un concepto valorativo de un libro, artículo, etc….  debiendo hacerse con profundidad y lo más detalladamente posible.

Pasos en el Proceso Lector

La lectura es un proceso complejo que tiene implícito una serie de pasos:
  1. Percepción. 
  2. Comprensión.
  3. Interpretación.
  4. Reacción.
  5. Integración.
  1. Percepción:  a través de la percepción se reconocen los gráficos de la lectura. En la percepción nuestros ojos  son capaces de percibir en fracción de segundos una palabra o un conjunto de palabras, al mismo tiempo que nuestra mente capta el significado.
  2. Comprensión:  es la capacidad de comprender el mensaje,es decir, transformar los símbolos gráficos en ideas.
  3. Interpretación: consiste en otorgarle significado a lo leído. Es un modo de penetrar en los pensamientos y sentimientos del autor, es decir, ponerse en su lugar.
  4. Reacción:  todo lo leído por el lector despierta su sentido crítico, aceptando o rechazando las ideas expresadas por el autor.
  5. Integración: el lector, después del paso anterior, toma en consideración las ideas expresadas en lo leído, incorporándolas a su experiencias propias (tanto si las ideas expresadas son consideradas positivas o negativas por el lector).